Los pueblos del Empordà son como pequeños museos al aire libre: Peratallada, Monells, Corçà, Ullastret, la Bisbal d'Empordà... Paséate tranquilamente por las calles y plazas de los pequeños pueblos con encanto de marcado carácter medieval que sus habitantes llenan de flores. Escucha y descubre la historia entrañable que hay detrás de cada piedra, castillo, torre o monasterio, de la mano de apasionados locales de la historia, el arte o la arqueología.